Hablo de que te pintas las uñas de rojo si te da la gana o de vestirte con las camisas de tu abuela. De que escuches Nach, Morodo o Camela. Hablo de comerte tantas chuches que acabes en el hospital. Hablo de saltar sin tener miedo, el que no arriesga no gana. Hablo de sonreír si te da la gana o te enfadarte si te dan motivos. Hablo de pegar a quien te salga del culo, de alegrarte porque hablan de ti a las espaldas, porque así sabes que estás delante de ellos. Hablo de gritar su nombre por la calle o de gritar que ya estas harta. Hablo de mirar al cielo las veces que quieras, de ponerte tonta si algo no te gusta. Hablo de caminar como te de la gana, no como los demás hacen. Hablo de ponerte la música a todo volumen y desquiciar a los vecinos. Hablo de sufrir y aprender de los errores. Hablo de que vivas la vida como quieras tú, no como los demás quieran.